¿Quién no se ha
enganchado a una enorme tableta de chocolate después de sufrir algún bajón emocional?
Estudios recientes aseguran que no se trata de un ataque de gula o ansiedad,
sino que detrás de esta acción hay una explicación química y biológica.
Esa sensación irresistible
del chocolate derritiéndose en tu boca, del amargor del cacao penetrando en tus
papilas y que crea una explosión de sabor, puede atacar en cualquier momento.
El chocolate es
uno de esos alimentos universales a los
que casi nadie se puede resistir en cualquier lugar mundo y es que son muchas
las razones por las que ese alimento negro y amargo nos inunda de felicidad.
Chocolate con historia
El cacao es
el principal ingrediente del chocolate y su contenido determinará la pureza del mismo. Se conoce como cacao a
las semillas del árbol Theobroma cacao:
Theobroma significa "alimento de los dioses" y cacao viene de una
lengua precolombina "kak-kau". Kak, quiere decir rojo (en referencia
al color de la cáscara del fruto) y Kau, representa la fuerza y el fuego.
Se sabe que los
primeros árboles del cacao crecían de forma natural a la sombra de las selvas
tropicales en las cuencas del Amazonas y del Orinoco, hace ya unos 4.000 años, y
empezó a ser cultivado por los Mayas y
Aztecas hace más de 2.500 años para la elaboración de un brebaje picante llamado
“tchocolatl”. En su elaboración se mezclaba
pasta de cacao con pimiento, pimienta, vainilla y agua.
Cuando en 1519
Hernán Cortés desembarcó en México, el emperador Montezuma le ofreció
“tchocoalt” y Cortés dijo “con esta bebida podemos viajar todo el día sin
cansancio y sin tener que comer”.
En 1524, esta misteriosa
bebida llegó a las cortes españolas, donde se transformó añadiendo azúcar, miel, vainilla y canela, convirtiendo
este brebaje amargo de los aztecas en
una bebida muy dulce que rápidamente conquistó el paladar de los españoles y
expandió sus propiedades por todo el continente europeo.
En el siglo XVII
en España, los monjes mejoraron aún más
la adaptación de esta apreciada bebida añadiendo leche y creando por tanto el “chocolate”. La
corte española mantuvo como secreto de estado la preparación de esta bebida y sólo los monjes conocían el procedimiento
para convertir el fruto del cacao en chocolate.
No fue hasta
mediados de ese siglo cuando el chocolate sufrió la transformación de líquido a
sólido, y en 1657 un francés residente
en Londres inauguró “The Coffee Mill and Tobacco Roll“, tienda en la cual se
vendieron las primeras pastillas sólidas del chocolate.
En la actualidad
el chocolate es el alimento que se obtiene mezclando azúcar con dos productos
derivados de la manipulación de las semillas del cacao: una materia sólida (la
pasta de cacao) y una materia grasa (la manteca de cacao). A partir de esta
combinación básica, se elaboran los distintos tipos de chocolate que dependen
de la proporción entre estos elementos y de su mezcla, o no, con otros
productos tales como leche y frutos secos.
Hoy en día, el
chocolate sigue siendo muy apreciado y tiene un consumo razonable en
España, de 12gr/día entre los niños y de
6 gr/día en el caso de los adultos; y tal como en tiempo de los aztecas, el
chocolate sigue siendo considerado como alimento beneficioso para la salud.
Chocolate como antidepresivo
Hace más de
cincuenta años, los científicos descubrieron que la depresión es una alteración
bioquímica que afecta a los neurotransmisores de las células cerebrales. El
origen puede ser genético, psicológico, o con mucha más frecuencia de lo que
imaginamos, el factor nutricional se encuentra en la raíz del problema, y por
tanto también la solución. Por tanto es esencial que la alimentación aporte al
organismo las vitaminas, aminoácidos, minerales y proteínas necesarios para la
formación de sustancias que ayudan al equilibrio y bienestar mentales.
En el cerebro, la
comunicación entre las neuronas, células nerviosas, se realiza a través de la
sinapsis química. La célula presináptica
envía información a la siguiente célula(postsináptica) liberando hormonas
neurotransmisoras que se liberan al espacio sináptico. Una parte de estos
neurotransmisores serán captados por la célula postsináptica, otros serán
recaptados de vuelta por la célula presináptica y el resto permanecerán en el
espacio sináptico. El tipo y concentración de los distintos neurotransmisores
en el espacio sináptico serán los responsables de originar la depresión.
Actualmente sabemos que algunos neurotransmisores como la serotonina son los
principales responsables y que un nivel homeostático inferior desencadenará un
cuadro depresivo en el individuo.
¿Qué contiene por tanto el chocolate que le
confiere estas propiedades?
La respuesta la encontramos
en algunos de los principios activos clave que contiene el cacao, destacando su
contenido en:
Fenilalanina y Triptófano: son aminoácidos que estimulan la producción de
serotonina e incrementan de forma natural los niveles de este neurotransmisor en
el cerebro.
Hierro y Magnesio: minerales esenciales en las reacciones
metabólicas que combaten la depresión.
Teobromina , Cafeína y otros alcaloides que producen una sensación energizante
que combate la fatiga y la apatía típica
de los cuadros depresivos.
En conclusión,el chocolate proporciona una sensación de placer innegable, es
antidepresivo y genera hormonas de la felicidad.
Con esta oda al
chocolate como antidepresivo natural no queremos incitar a nadie a lanzarse a
comer chocolate sin medida para prevenir o combatir la depresión. Su alto
contenido calórico es evidente y debemos tener mucho cuidado con la
alimentación cuando estamos sufriendo una depresión, ya que es un momento
crucial en el que pueden aparecer trastornos alimentarios graves.
Lo ideal es tener
al chocolate de nuestro lado y no en nuestra contra. Así que ten siempre a mano
unas onzas de chocolate que te devuelvan la sonrisa. Y de vez en cuando, cuando
tu cuerpo te pida una alegría chocolateada regálate un delicioso postre. Que te
sentirás mejor, seguro.
Fuentes consultadas:
Stephen T. Beckett, (2008), «The Science of Chocolate», RSC Pu., 2ª Ed, pp:54
Ingall, Marjorie. «Chocolate can do good things for your heart, skin and brain». CNN Health.
Haynes, Fiona. «Chocolate as a Health Food?». Low Fat Cooking.
Matissek, R (21 Apr 1997). «Evaluation of xanthine derivatives in chocolate: nutritional and chemical aspects». European Food Research and Technology 205 (3): pp. 175–184.
Smit HJ, Gaffan EA, Rogers PJ (2004). «Methylxanthines are the psycho-pharmacologically active constituents of chocolate». Psychopharmacology vol. 176
Fuentes consultadas:
Stephen T. Beckett, (2008), «The Science of Chocolate», RSC Pu., 2ª Ed, pp:54
Ingall, Marjorie. «Chocolate can do good things for your heart, skin and brain». CNN Health.
Haynes, Fiona. «Chocolate as a Health Food?». Low Fat Cooking.
Matissek, R (21 Apr 1997). «Evaluation of xanthine derivatives in chocolate: nutritional and chemical aspects». European Food Research and Technology 205 (3): pp. 175–184.
Smit HJ, Gaffan EA, Rogers PJ (2004). «Methylxanthines are the psycho-pharmacologically active constituents of chocolate». Psychopharmacology vol. 176
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