RELACIÓN ENTRE EL SUEÑO Y LA ALIMENTACIÓN
La asociación de dos conductas
que participan en el balance energético y que no pueden coincidir
temporalmente, el sueño y la ingesta alimentaria, ha llevado a estudiar las
relaciones existentes entre el control de ambas y su participación en la
homeostasis enérgica.
De esta manera, se han estudiado
sustancias que actúan tanto en el sistema nervioso central como en el tracto
digestivo, así como el impacto de nutrientes que pueden inducir o alterar el
ritmo del sueño, por su conversión en otras sustancias a nivel central.
A finales de los setenta, Danguir
y Cols iniciaron la investigación de las bases fisiológicas de la asociación
entre el sueño y la alimentación, lo que abrió un nuevo campo de estudio que se
actualiza cada día.
Acciones de los nutrientes sobre el sueño
La cantidad de alimento ingerida
parece estar muy relacionada con la duración del sueño. Las bases fisiológicas
de esta relación se asientan en la acción de los neuropéptidos a nivel de la
regulación del sueño y de la saciedad, aunque aún sea un tema controvertido y
todavía con resultados contradictorios.
Proteínas
La ingesta de una comida rica en
proteínas y, en especial aquellas que tienen concentraciones altas de
triptófano, parecen mejorar el sueño y la respuesta conductual de alerta tras
el sueño.
El ingreso de triptófano,
precursor de la serotonina, a nivel cerebral, depende de los nutrientes que
influyen en la capacidad de establecer un cambio en la ratio entre triptófano y
otros aminoácidos neutros a nivel plasmático.
La serotonina entre otras
funciones promueve la regulación del sueño y los procesos cognitivos. Normalmente
los trastornos del sueño suelen ser atribuidos a deficiencias de serotonina. Y el
incremento de triptófano en plasma se ha relacionado con una mejoría de la
capacidad del cerebro para favorecer el estado de alerta la mañana siguiente a
una noche de sueño, que se debe a una mejor calidad del sueño y al consiguiente
descanso del organismo.
Grasa
En experimentos de restricción
del sueño se ha observado que el sueño fragmentado se asocia con niveles de
indicadores de riesgo cardiovascular elevados y de trastornos relacionados con
el estrés. Entre estos indicadores se encuentra el perfil lipídico y, en
particular, las lipoproteínas de baja densidad.
Aunque no hay evidencia
concluyente de que exista una relación directa entre la ingesta de grasas y el
sueño, parece que un efecto tardío de una inadecuada ingesta afecta a la salud
en general y al sueño en particular.
Hidratos de carbono
Se ha comprobado que la latencia
del sueño REM se incrementa de forma significativa cuando los individuos
consumen una dieta limitada de hidratos de carbono. Además, se ha sugerido que
la ingesta de hidratos en la dieta modifica el nivel de triptófano en el
cerebro.
Se ha comprobado también que dietas
con menor cantidad de hidratos de carbono y de mayor índice glucémico, al ser
consumidas al menos 4 horas antes de acostarse, pueden favorecer el sueño,
tanto en cuanto al periodo de latencia para conciliarlo como en cuando a la
calidad del mismo.
Acciones directas de ciertos alimentos sobre el sueño
CAFÉ-cafeína
Los niveles altos de cafeína
estimulan el SNC, incrementando el estado
de alerta e impidiendo el sueño,
haciendo el flujo de pensamiento más rápido y claro y mejorando la coordinación
corporal.
Diversos estudios han demostrado
que la cafeína incrementa el intervalo de tiempo requerido para conciliar el
sueño y disminuye la duración del período del mismo. El uso excesivo y a largo
plazo de la cafeína puede originar alteraciones psiquiátricas, entre las que se
encuentra el llamado trastorno del sueño.
CACAO-teobromina
La teobromina es parte de las
metilxantinas al igual que la teofilina y la cafeína.
La teobromina se ha asociado a un
aumento de la frecuencia cardíaca, pérdida del apetito, inducción de estado de
alerta con dificultad para conciliar el sueño y alteraciones en la ingesta.
“Los refrescos y el Red Bull en exceso reducen el desarrollo del cerebro”
Un estudio apoyado por la
Fundación Suiza de Ciencia Nacional (SNSF) asegura que el consumo de
cafeína ha aumentado en un 70% debido a que antes era costumbre no dejar a los
niños consumir cafeína.
Los humanos especialmente durante
la pubertad muestran intensos patrones de sueño, momento en que sus cerebros
maduran más rápido.
Por ello los científicos se han
encargado de explorar los efectos en ratones y comprobaron que los cerebros de
los roedores se retrasaron y además se llegó a la conclusión de que el consumo
de entre 3 y 4 tazas de café en humanos conseguía la reducción del sueño
profundo además del retraso en el desarrollo del cerebro.
Como conclusión cuando se hace una valoración del efecto de la alimentación sobre el desarrollo de la somnolencia, se evidencia que ésta aumenta con la ingesta de alimentos grasos y con alto contenido de hidratos de carbono, mientras que este efecto no se presenta cuando la ingesta se basa en alimentos ricos en proteínas. Pero las bases fisiológicas continúan siendo investigadas. Además el exceso de cafeína puede contribuir al denominado trastorno del sueño y a un retraso en el desarrollo del cerebro en humanos durante la etapa de la pubertad.
- Los refrescos y el Red Bull en exceso reducen el desarrollo del cerebro. Publicado el 28 septiembre 2013. RT Actualidad/Ciencia. Encontrado en:
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/ciencias/view/106784-refrescos-bebidas-energeticas-reducen-desarrollo-cerebro
- Imágenes:
http://www.enbuenasmanos.com/articulos/muestra.asp?art=1113
http://es.uva.org.ar/index.php/proteinas/
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