martes, 24 de junio de 2014

Efectos del consumo de alcohol sobre el sistema nervioso




El alcohol es un potente tóxico que puede llegar a tener un impacto muy negativo sobre la salud. En 2012 la OMS publicó un informe en el que apuntaban a que el alcohol es una de las tres prioridades en salud pública, siendo la tercera causa de enfermedad y muerte prematura en el mundo, encontrándose por delante, incluso, del tabaco.

Los efectos del consumo agudo de alcohol sobre el sistema nervioso son más que evidentes. Los síntomas dependen de la concentración de alcohol que se alcance en la sangre. A medida que los niveles séricos de alcohol empiezan a subir, el individuo presenta una primera fase de relajación, desinhibición y euforia debida a una híper-excitabilidad del córtex cerebral. A esta primera fase le sigue una fase de intoxicación caracterizada por descoordinación, desequilibrio y ataxia. Si la intoxicación continúa  puede derivar en síndrome confusional y cerebeloso que cursa con somnolencia, nauseas, vómitos, cefaleas, pudiendo llegar incluso a un estado de coma más o menos profundo y finalmente, en estados de intoxicación etílica extrema a shock cardiovascular, con parada cardio-respiratoria y muerte.

Alteración a nivel de neurotransmisores y receptores



El consumo agudo de alcohol produce alteraciones de diversos neurotransmisores y receptores que son  los responsables de varios de los efectos mencionados.

Los principales neurotransmisores afectados son la dopamina, serotonina, endorfinas, GABA (ácido gamma aminobutírico) y glutamato. Entre los receptores se encuentran el GABA A, los receptores glutamaérgicos (NMDA) y el receptor 5-HT 3.

El GABA es un neurotransmisor de carácter inhibitorio, es decir, dificulta la producción del potencial de acción de las neuronas. El alcohol se une a los receptores GABA A en un punto diferente al GABA de forma que éste queda unido al receptor por más tiempo enviando un mensaje inhibidor. Esto tiene un efecto calmante sobre el SN y entorpece el pensamiento. El cerebelo controla las funciones motoras y contiene muchos receptores GABA, de forma que en presencia de alcohol se reduce el control motriz.

El consumo crónico de alcohol produce tolerancia, ya que disminuye el número de receptores GABA, de forma que se necesita más cantidad de alcohol para producir los mismos efectos.  Los síntomas de abstinencia se pueden explicar por la pérdida de los efectos inhibitorios, combinado con la deficiencia de receptores GABA.

El glutamato es el neurotransmisor excitante más importante en el cerebro y tiene un papel muy importante en los procesos de memoria y cognición. El alcohol se une a los receptores del glutamato, de forma que impiden que este se una a su receptor, reduciendo la neurotransmisión glutaminérgica excitatoria. Como consecuencia disminuye la capacidad de memoria y la habilidad para dirigir acciones (que se llevan a cabo en el hipocampo). El consumo crónico de alcohol también provoca tolerancia ya que se bloquean los receptores de glutamato, provocando que se sinteticen más receptores adicionales.

El consumo agudo de alcohol produce una gran liberación de dopamina que fluye al centro de refuerzo del cerebro, produciendo sensación de placer y euforia. Esta sensación es la que resulta altamente adictiva.

También estimula el sistema neurotransmisor de serotonina que interviene en la regulación del estado de ánimo, los ciclos sueño-vigilia y la conducta emocional, contribuyendo a los síntomas de bienestar provocado por el consumo inicial de alcohol.

El alcohol estimula la liberación de beta-endorfinas, que son unos tipos de opioides endógenos que participan en funciones relacionadas con la regulación del  dolor y la neurobiología de las adicciones. Así, estos opioides endógenos contribuyen en gran medida a la sensación placentera que produce el consumo de alcohol y al establecimiento y consolidación de los mecanismos de adicción.

Como conclusión podemos afirmar que el consumo agudo y crónico de alcohol produce un gran impacto en las funciones del sistema nervioso central cuyas consecuencias pueden llegar realmente grave. La recomendación es siempre moderar al máximo su consumo.


Fuentes consultadas: sita m omo consecuencia disminuy5HT3acio cta emocionalnsmisiy cogniciceptores GABA. ia y se necesita m omo consecuencia disminuy


El alcohol afecta a la neurotransmisión cerebral. Revista  Adicción y Ciencia ISSN: http://www.adiccionyciencia.info/rodriguez.html


      ESTRUCH, R. Efectos del alcohol en la fisiología humana. http://adicciones.es/files/estruch.4.pdf
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